jueves, 27 de marzo de 2008

Fiesta de Disfraces

Como una fiesta de disfraces nos planteamos el mundo de afuera, personas usando mascaras buscando encajar en este planeta, intentando diferentes personalidades, estilos y actitudes. Algunos usan un outfit original (dicen ellos) en busca de romper con lo común, otros simplemente prefieren ser asimilados por el sistema, caminar en un unisono paso marcando el camino y no preocuparse más.

El sistema poco a poco va consumiendonos, chupandose primero a tu familia, amigos y conocidos y finalmente escogiendote a ti, como el niño que escoge el tequeño mas dorado y delicioso del plato, aquel que le chorrea el queso y que no tiene nada quemado. Pero nuestra pelea no es por no querer permanecer al sistema, es que queremos cambiar el sistema, gobernarlo, que todos sean como yo y no yo como todos. Nuestro caos confunde nuestros sentidos, haciendo el ridiculo en muchos casos, y altera nuestra realidad transformandonos en payasos, que solo entretienen pues cuyo concepto y base son vacios y sin sentido.

Nuestros disfraces son varios, y solo sirven para representar una faceta pero no necesariamente quienes realmente somos, los usamos multiples veces en la vida, en el trabajo, basados en nuestra edad, nuestro grupo social, nuestra economía, incluso por nuestra nacionalidad. Personalmente yo aprecio bastante a una persona cuando esta se quita la mascara y me muestra su real apariencia, este mounstro con tentaculos en los ojos, que escupe moscas cuando habla y desprende un olor levemente desagradable, -cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia-. Los diferentes roles que representamos en nuestro mundo interno nos abren un abanico de posibilidades, solo para prepararnos a superarlos, nuestros ojos son nuestras puertas al mundo exterior, y desde adentro vemos, analizamos, criticamos y ejecutamos, juzgando a quien pase por el frente y etiquetando a cuanto cliché veamos.

Una vez etiquetado todo el grupo procedemos a socializar, te juntas aquí, hablas allá, pero nadie ha modificado tu original análisis, todos se ajustan a sus disfraces, nadie abre su verdadero yo, y tu sonries satisfecho de tu acertada experiencia. WRONG ! el camino correcto es socializar, vivir, compartir, siempre con un ligero e imperceptible sentido de desconfianza, pero nunca olvidando que no debemos juzgarlos antes, porque nunca nos permitirán conocer realmente a quienes tenemos al frente.

2 comentarios:

vanesaurus dijo...

Curiosamente, el disfraz que tú sueles llevar es el de un tipo hasta medio frívolo, pero resulta que eres hasta profundo...

hmmmm...

ghosty dijo...

mmmh.. interesante, siempre pensé que me disfraz era el de un niño.